Por:
Edgar Raúl Acosta
Licenciado en Educación Física
Revista Olímpica
Comité Olímpico Colombiano
comunicacionescoc@coc.org.co

En esta época de cuarentena cobra especial importancia el entrenamiento funcional, que es aquel que permite ejercitar el cuerpo con gestos técnicos, en espacios reducidos y diferentes a aquellos en los cuales se desarrolla el entrenamiento deportivo.

El complejo ejercicio del entrenamiento deportivo requiere la intervención de diferentes ciencias y  disciplinas del conocimiento del ser humano y su  entorno. Como lo plantea Martens (2004) el entrenador debe tener altas habilidades pedagógicas, los conocimientos de un fisiólogo, el liderazgo administrativo de un ejecutivo de negocios, el discernimiento de un psicólogo y la tenacidad del fisioterapeuta, entre otros. Pero en áreas de su experticia, el deporte debe estar actualizando e investigando nuevas tecnologías, métodos y medios  de entrenamiento.

El entrenamiento funcional, muy apropiado para esta época de cuarentena, se especializa en trabajar conjuntamente habilidades y destrezas motoras (gestos técnicos) integradas intencionalmente con las  capacidades coordinativas y condicionales. Se entiende también cómo la realización de movimientos  que imite las  acciones naturales y cotidianas (Sánchez, 2010). El éxito de este método de entrenamiento de la condición física para personas no deportistas ha generado un interés en la industria de los elementos, implementos y medios de entrenamiento. Muchos elementos han llegado a la industria  del fitness, desde el entrenamiento deportivo, la gimnasia  correctiva o  la fisioterapia, se transforman y adaptan, y hoy se cuenta con un número alto y muy diverso de elementos prácticos, novedosos, y económicos ideales para la diversificación del entrenamiento  deportivo. 

El concepto de entrenamiento funcional dentro del deporte competitivo ya existía, con referencia más clara hacia la especificidad de la tarea, con el objetivo de entrenar la vía neural, en procura de mejorar la coordinación inter e intramuscular a través de mecanismos nerviosos para la mejora de la fuerza, la estabilidad y la movilidad (Sánchez 2010).   El concepto de  adaptación, que en la actualidad es la base del entrenamiento, hace que  los medios de dicho entrenamiento sean cuidadosamente seleccionados y usados para aumentar el rendimiento de manera progresiva y generen el estímulo adecuado (Verkhoshasky, 2004). Hoy se entiende el entrenamiento funcional en el deporte, asociado a procesos debidamente planificados y basados en   ejercicios con diferentes  medios,  para la realización de trabajos  que inicialmente favorecen la estabilidad y la postura, gracias  a  grupos de músculos y cadenas musculares que se aseguran de esta tarea.

Posterior al desarrollo de la estabilidad estática a la dinámica, el trabajo posterior es la agilidad apoyada en las trasferencias y en la idea que plantea que nuestro cerebro entiende la lógica de los movimientos y no las acciones de músculos aislados.  Para continuar con el desarrollo de la fuerza, el aumento del reclutamiento de unidades  motoras y la coordinación intra e intermuscular, se logran gracias al trabajo en diferentes planos, ejes y rangos de movimiento, para cambiar y combinar constantemente  los ángulos  de movimiento, más la  asignación de carga adecuada y precisa.  La  explosividad o fuerza  rápida  o potencia es el siguiente nivel, que hace gran énfasis en la precisión y efectividad de los movimientos. Logrado  lo anterior, el trabajo final es la velocidad y la realización de gestos  motores y técnicos,  con el máximo de eficacia y el gasto mínimo de energía.

Los entrenadores, a lo largo del proceso de entrenamiento deportivo y, fundamentalmente, en etapas o periodos de preparación física general y específica, encuentran en las ideas del entrenamiento funcional, herramientas fácilmente adaptables a particularidades  de cualquier deporte. Solo son necesarios entrenadores inquietos, creativos y estudiosos  de las  lógicas del movimiento humano, capaces de irrumpir en la experimentación basada en la  argumentación, y que estén en capacidad de describir sus hallazgos. Es seguro que no hay que ir muy lejos o traer entrenadores del exterior, porque los profesionales colombianos han demostrado tener la competencia para  adelantar  procesos exitosos.

La invitación es a usar, recrear y realizar transferencias desde la postura, la estabilidad, la movilidad, la fuerza , la explosividad y la velocidad, con calidad de ejecución, con elementos  como:

  • Superficies inestables.
  • Bandas y tubos elásticos
  • Anclajes y deslizadores.
  • Escaleras de coordinación, rombos, mallas, entre otras.
  • Equipamiento de peso (no solo discos, barras, mancuernas y máquinas sectorizadas), pesas rusas, bastones de pesos, barras de vibración etc.
  • Correas de suspensión
  • Fit ball, bosu ball roller, t-bow
  • CoreStix
  • Tirante musculador o cinturón ruso
  • Plataformas de salto y rechazo

La lista debe ser ampliada  con  las muchas estrategias, elementos y medios de entrenamiento que usan los entradores colombianos. Aquí, lo importante es la comunicación y socialización de sus hallazgos, para el bien del deporte nacional.