Por:
Orlando Russo Díaz
Jefe de Prensa y Comunicaciones
Federación Colombiana de Fútbol de Salón
Con un dulce sabor de boca terminó para Ángeles de Bogotá el partido de ida de la gran final de la X Copa Profesional de Microfútbol que tendrá su desenlace este viernes 14 de septiembre, cuando en el coliseo Cayetano Cañizares se dispute la vuelta a puerta cerrada. Su triunfo 5-3 en una gran actuación colectiva de los capitalinos al comando de Jhon Jairo Pinilla.
El estelar jugador bogotano anotó dos y sirvió otras dos asistencias para una gran efectividad también de Gustavo García, quien se fue de dupleta. Y qué decir de Carlos Santofimio, quien sacó sus alas para taparle de todo al equipo que otrora defendió durante cuatro años.
Un 5-3 que ahora deberá defender en un ambiente contrario al que ha tenido en toda la temporada ganando todos los partidos de local.
Por decisión de la Comisión Disciplinaria de la División Nacional de Fútbol de Salón y tras los incidentes presentados en el coliseo León XIII de Soacha, tendrán ahora que jugar sin público, una ventaja para Caciques que deberá ganar para presionar la tanda de penales. Con el empate Ángeles se quedará con el título de la décima temporada.
Ya en el primer tiempo, Pinilla con la confianza que atrás atajaba inspirado Santofimio, asumió el ataque constante de un equipo que fue a buscar la victoria y a no esperar, pero que terminó apretado con el descuento de Kevin Pineda. Gustavo García había marcado el 2-0.
Para la etapa complementaria pudo más las ganas que la inteligencia y la disciplina en la marca, pues Caciques quiso darle la vuelta al partido y su rival no hizo sino refrendar con goles los errores del local.
Ya sobre el final Tangarife le puso drama al encuentro al descontar en dos ocasiones, pero Ángeles estaba para ganar y selló su triunfo con la anotación de Wilman Urueña.
Para destacar también el partido sin complicaciones que se vivió en Calarcá, la forma como los dos equipos le enviaron un mensaje claro al país al vivir en paz el deporte más popular y más familiar de todos. Que lo que se vivió en Soacha fue un capítulo cuya página hace parte de la historia y aquellos que no son muchos, que siguen tendiendo un manto de duda sobre la Copa Profesional, se les pudo demostrar que la magia de este deporte sigue vigente.
