Es un enfoque que reconoce la importancia estratégica del trabajo conjunto entre personas y empresas ya que en desarrollo de esta se fortalecen los lazos de solidaridad, de cooperación y de confianza para el logro de un objetivo común que en el caso empresarial es mejorar la gestión, la productividad de una empresa

Algunos tipos de asociatividad son los núcleos empresariales, las redes de servicios, compras en común, grupos de exportación.

Algunas ventajas de la asociatividad es que fortalece los procesos de descentralización y preservan la autonomía empresarial, alcanzando una visión de desarrollo, permite planear a largo plazo, produce una economía a escala y genera mayor competitividad.

Al hablar de asociatividad se está hablando de beneficios para los empresarios, emprendedores, es darles la oportunidad de tener mejor acceso a nuevos mercados, lograr una formalización de su trabajo donde desarrollen capacidades empresariales que les permitan competir.

Para fortalecer el proceso de asociatividad se requiere vínculos de confianza, establecer reglas de participación, aumentar la capacidad de retroalimentación y autoevaluarse permanentemente con base a la gestión realizada.

Para que la asociatividad se logre el trabajo debe ser equipo y apuntando a un bien común y de fortalecimiento en la misma proporción para los integrantes de estas asociaciones.

El asociarse fortalece a las empresas o personas que estén en estas asociaciones o agremiaciones con el fin de lograr su crecimiento y hacerlas más competitivas.